Pero también es cierto que algunas veces cuando leemos uno de estos libros, bien por el tema que trata o bien por cómo está escrito el texto, nosotras, profes de los "pequeños", pensamos que no es para nuestros alumnos.
Aunque a fuerza de presentar y trabajar con estos álbumes, de conocer a sus autores, de profundizar en los textos y en las imágenes, hemos visto las posibilidades que tienen en todas las etapas educativas.
Por ejemplo, a mi clase de Educación Infantil, niños y niñas de 4 años, este curso han llegado dos libros álbum con los que quería ilustrar lo que acabo de comentar.
Uno de ellos fue El principio, de Paula Carballeira y Sonja Danowski, editado por Kalandraka.
Lo elegimos para trabajar en el día de La Paz y en los cursos más bajos sobre todo incidimos en las ilustraciones, porque el texto nos pareció más complicado para ellos, y pudieron ver en las imágenes cosas que no nos gustan, destrucción, oscuridad (la ilustradora había elegido colores muy feos para hacer sus dibujos, según sus palabras)...pero también se dieron cuenta que según avanzaba el relato iban apareciendo los colores, los niños jugaban, cantaban y reían; ahora esto era lo más importante para ellos porque iba a permitir arreglar las cosas.
Pensamos que este álbum es muy adecuado para trabajar el tema de la guerra en cualquier edad, porque no importa cuántas palabras haya en el texto, sino la manera de contar la historia.
Mural que simboliza lo que cuenta este libro-álbum realizado por todos las niñas y niños del colegio, y con la colaboración de las mamás. |
Otro libro álbum que nos llegó a clase fue a través de Pep Bruno, me pidió que lo llevara para ver si les gustaba a mis alumnos de cuatro años, se trata de Los pájaros de Germano Zullo y Albertine, publicado por la editorial Libros del zorro rojo.
En un principio les enseñé las ilustraciones y me fueron contando lo que veían: "está en el desierto", "ha ido a dejar a los pájaros en libertad", "uno no se va porque es muy amigo suyo", "es pequeño y tiene que crecer", "ah, es que no sabe volar", "le enseña cómo tiene que hacer para volar"... Todas las páginas tuvieron su comentario y el libro contaba una historia que todos pudieron ver y que además les encantó, para ellos fue una auténtica fiesta que el señor pudiera volar con su pequeño amigo.
Luego les leí el texto, tal y como aparece en el libro, y no pareció sumar a la historia que ya habían visto, quizá lo que cuenta sobre los pequeños detalles es tan cotidiano para ellos que no necesitan que nadie les advierta de lo importante que es dedicar tiempo a buscar los pequeños detalles, ¡ellos todavía están en ese momento de su vida en que son tan importantes las pequeñas cosas...! Por eso creo que el texto no es para los niños sino para los adultos, que hemos dejado de ver lo minúsculo y nos tienen que advertir que es uno de los requisitos fundamentales para ser feliz.
Mirad los dibujos que hicieron a partir del cuento, siempre es un buen indicador de lo mucho que les gusta.
Mirad los dibujos que hicieron a partir del cuento, siempre es un buen indicador de lo mucho que les gusta.
Por tanto, nuestra conclusión es que un libro álbum tiene muchas lecturas dependiendo de quién sea el lector, con la riqueza que esto puede aportar a un libro y además para los menos lectores puede ser una buena manera de conseguir que muestren interés por las historias, independientemente del texto que tengan, y éste siempre será un buen primer paso para seguir leyendo.
Un saludo
Un saludo