miércoles, 4 de marzo de 2020

Una trilogía

Entre los libros de Pep Bruno hay tres que están relacionados, aunque a lo mejor a simple vista puedas pensar que nada tienen que ver, las ilustraciones son diferentes en cada uno de ellos y el ambiente que crea el ilustrador o la ilustradora con sus dibujos no parece tener nada en común.      


El primero de ellos Cuento para contar mientras se come un huevo frito, publicado en 2003, fue también el primer álbum ilustrado que le publicaron tanto al autor como a la ilustradora, Mariona Cabassa, ella ganó el premio Junceda de los ilustradores catalanes por este álbum. La editorial que creyó en este proyecto fue Kalandraka.
El autor cuenta que esta historia surgió de forma oral, se la contó a su hijo Juan cuando fue a comer su primer huevo frito (así tendría menos probabilidades de que dijera que no a esa comida nueva).
Y, claro, el cuento está lleno de referencias a comidas que se hacen con huevos.
Cuenta el viaje del huevo que pone la gallina Anselma y que va pasando de unas a otros hasta llegar a la casa de Juan, para después ir volviendo todos los portadores del huevo a preguntar si se lo ha comido ya. Tiene una estructura, por tanto, de ida y vuelta. Además tiene pequeñas partes que se repiten y otras que riman.
Como explica Pep en su web, pertenece a un tipo de cuento muy común en la tradición inglesa, cuentos non-sense o sin-sentido.



La cabra boba, segundo de estos libros, salió publicado en 2006, inicio de su relación con la editorial OQO, que publicaría seis libros suyos más. El ilustrador es Roger Olmos.
También es un libro que tiene una estructura tradicional, con un viaje de ida y vuelta y pequeños textos que se repiten.

Parte de recuerdos de infancia, suya y de personas cercanas, que suceden en pueblos, es por eso que el ambiente es rural y la protagonista es una cabra de las que se llevaba el cabrero junto con muchas más a pastar a las dehesas. En este libro el protagonista es Miguel, el otro hijo de Pep, que merecía otro libro por eso de la equidad (es broma, realmente surgió así, no fue exactamente buscado).


Por último, Libro de Contar publicado en 2007 también por OQO, cierra esta trilogía y en él se reconocen muchos de los personajes de los dos libros anteriores, aunque  las ilustraciones sean muy distintas, incluso siendo Mariona Cabassa la ilustradora nuevamente. Como el título indica es un libro de contar, a Pep le gustan mucho este tipo de libros, cuenta hacia adelante, apareciendo los personajes que se van quedando en la ilustración,  y hacia atrás, yéndose a dormir y desapareciendo.
Nuevamente aparece la rima, en esta ocasión todo el texto está rimado. A lo mejor hasta le puedes poner una música para poderlo cantar.



Además es un libro juego porque en las ilustraciones también puedes encontrar el número que en ese momento toca en algún motivo de la ilustración.
¡A ver si los encuentras todos!

En los tres libros hay personajes comunes, tienen lugar en un ambiente rural y su estructura interna recuerda mucho al cuento tradicional. 
La cabra boba y El libro de contar fueron reeditados en el 2014 y en 2018 respectivamente, la edición de Cuento para contar mientras se come un huevo frito está agotada.

Me pareció bien traer aquí estos tres libros juntos pues a veces se nos escapan estos pequeños detalles que pueden enriquecer la manera de acercarnos a las historias.

Un saludo

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