Hay veces que es inevitable no relacionar personajes o libros entre sí; la construcción de las historias, las características de los personajes, el ambiente que se crea… te lleva a recordar esos otros relatos que leíste no hace mucho o que ya hace tiempo que no te acercas a ellos, aunque estén siempre presentes.
Es lo que me ha pasado el fin de semana cuando leía estas Historias de Conejo y Elefante (2011), escritas e ilustradas por Gustavo Roldán (es genial el elefante de trompa roja y más bien pequeño que nos muestran sus dibujos) y editadas por A buen paso.
Son diez relatos protagonizados por dos personajes tontorrones, pero a la vez adorables, Conejo y Elefante.
Viven situaciones divertidas que en más de una ocasión te harán sonreír, e incluso soltar una carcajada, con esos razonamientos que tanto gustan a los más pequeños porque están cerca de su mundo.
Foto tomada en la presentación del libro en Casa Anita (librería de Barcelona) |
Serán aventuras a veces disparatadas (imaginad a un elefante comprando dos copas de cristal en una cristalería), otras llenas de problemas (hay momias aterradoras en el cielo), pero que, en cualquier caso, el hecho de vivirlas juntos es lo más importante (la espera hasta que llegue el diluvio seguro que no resultará tan larga, las momias no serán tan horrorosas o buscarán cómo vencerlas).
Y la lectura de este libro me ha llevado a pensar en otro, también con un puñado de historias con los mismos personajes (en esta ocasión cinco) que se publicó no hace mucho, Escarabajo en compañía, escrito por Pep Bruno e ilustrado por Rocío Martínez, en editorial Ekaré.
Los protagonistas de los cinco relatos que componen el libro son bichos: Escarabajo, Ciempiés, Tres Hormigas y Grillo.
Sí, bichos, pero con sentimientos tan humanos que nos impulsarán a querer ayudar a Escarabajo al lado de sus amigos empujando su pequeña bola (o a Ciempiés a buscar el zapato que le falta). Además la ilustradora Rocío Martínez ha conseguido que sean realmente entrañables.
Con otra propuesta tan sugerente como aburrirse juntos (quizá uno de los mejores momentos del libro); no está nada mal en estos tiempos en que los niños andan tan atareados que no tienen ni un resquicio para el aburrimiento, y si esto ocurre en alguna ocasión, se sienten mal con la inactividad.
En los dos últimos relatos aparece un personaje muy especial, Saltamontes, que iba de viaje, y Pep Bruno lo trae a estas historias como homenaje especial a Arnold Lobel y a su libro Saltamontes va de viaje.
Y claro, ya podéis imaginar que era imposible olvidarnos de este autor si es de historias de animales y amistad de lo que hablamos.
Sus inseparables Sapo y Sepo, protagonistas de cuatro de sus libros (publicados por Alfaguara) nos hablan de ser amigos como nadie, esos libros que nos llevan acompañando tanto tiempo.
Estos dos sapitos maravillosos son protagonistas de tiernas historias en las que algo tan sencillo como volar una cometa serán un auténtico reto que, pese a las dudas de los que están cerca, con su insistencia conseguirán al fin sus propósitos. Relatos en los que comprar un helado o plantar una semilla se van a convertir en una auténtica aventura.
Pero eso sí, en todos lo más importante van a ser esos momentos compartidos y la alegría de estar juntos.
Estos libros de los que os he hablado tienen varias cosas en común:
- Son geniales para leer en voz alta.
- Nos advierten de lo importante que es tener amigos cerca.
- Nos hacen conscientes de los pequeños detalles, de las pequeñas cosas que muchas veces nos pasan desapercibidas.
- Su formato es fantástico para los primeros lectores.
¡¡¡Feliz fin de semana!!!
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