En alguna ocasión, en la escuela nos piden que hagamos una pequeña selección de libros o cuentos que traten el tema de la pérdida: a veces la muerte nos toca tan cerca...
Os traemos hoy unos cuantos títulos para abordar este tema con los niños y niñas. Sin duda hay muchos más que se acercan de forma acertada a la pérdida, pero hoy vamos a resaltar estos cuatro.
Para comenzar os hablaremos de
Inés Azul, un libro de
Pablo Albo ilustrado por
Pablo Auladell y editado en Thule que habla de manera sutil y poética de la pérdida. En este caso se trata de la pérdida de un amigo y la protagonista es una niña que nos habla de sus cosas, de sus juegos, teniendo en cuenta en todo momento a ese amigo que ha perdido. De alguna manera nos señala que recordar a alguien es hacer que viva un poco.
Otro libro que nos resulta especialmente interesante es el de
Una casa para el abuelo, de
Carlos Grassa e
Isidro Ferrer, publicado en Sins Entido. Por sus maravillosas ilustraciones este libro ganó el Premio Nacional de Ilustración hace unos años.
En
Una casa para el abuelo es muy interesante el valor metafórico de las ilustraciones y la historia, como sucede cuando la familia sube y baja la montaña (momento de duelo) hasta encontrar un lugar para enterrar al abuelo (para que ya repose) y es entonces cuando la familia edifica una casa cerca del lugar donde está enterrado el abuelo y "cada uno vive a su manera". Las ilustraciones, hermosísismas, suman continuamente a un texto delicado y lleno de sugerencias y posibilidades.
También es muy emocionante que el hecho de contar la historia que contaba el abuelo sea tenerlo un poco más cerca, por eso "a la abuela le sale voz de hombre".
No es la única ocasión en la que Carlos Grassa ha tocado este tema con tanta hondura, podéis echar un vistazo también a su libro
El barranco, en Thule, con ilustraciones de
Diego Fermín.
Más sobre este libro aquí.
Un tercer título que hoy traemos aquí se trata de
No es fácil, pequeña ardilla, de
Elisa Ramón y con ilustraciones de
Rosa Osuna, publicado por Kalandraka. En este cuento se aborda el tema de una forma más directa, la pequeña ardilla ha perdido a su madre y sufre por ello, separándose de todos los que están cerca, incluso de su padre. Poco a poco deja de mirar hacia su dolor y empieza a mirar hacia afuera, y en esta mirada hacia afuera vuelve a encontrarse con lugares, objetos, momentos... que compartía con su madre y eso hace que la sienta un poco más cerca, y así, de esta manera, vaya resolviendo la pérdida. De nuevo el recuerdo de los momentos vividos y compartidos hace que sintamos más cerca a quienes se marcharon.
El último libro de hoy se trata de otro título de Pablo Albo,
El último canto, con ilustraciones de
Miguel Ángel Díez, en OQO. Este libro, a pesar de tocar un tema tan delicado, y sin perder por ello emoción e intensidad, lo hace de una manera más alegre. Puede incluso que leyendo el libro te rías en algún momento. No quita importancia ni peso al hecho de la pérdida, pero sí nos hace comprender el ciclo de la vida y que quienes quedan aquí (en este caso, el hijo del gallo que murió) pueden sumarse a este ciclo y avivar los recuerdos.
Más sobre este tema:
en el blog de Pep Bruno o en esta web con
una selección de libros para niños en duelo.
Saludos