Juan Clemente nace en Cuenca y ha sido maestro hasta hace bien poco, que se ha jubilado.
Siempre decimos que las historias que cuentan los poemas son un buen reclamo para enganchar a los niños, pero en esta ocasión nos vamos a centrar más en el ritmo, en el lenguaje algunas veces enrevesado y sin sentido que utiliza Juan Clemente en sus poesías.
A los niños les encantan, suelen ser además muy cantables, les hacen reír, se les enreda la lengua, o se les enreda a los mayores, y esto provoca la carcajada y vuelta a empezar, para volver a equivocarse, y así llegamos a situaciones diparatadas que abren la puerta a la imaginación atreviéndonos con propuestas similares.
Nos recuerdan mucho a esas retahílas, canciones... que nos cantaban de pequeños, cómo no asociarlas a una,dola,tela, catola... o a pin, pin, pin, zarramagatín o a cualquiera de los juegos con que nos entretenían los abuelos y a las canciones que más tarde cantábamos al jugar con la pelota o con la comba.
Y estos recuerdos de infancia que te sugieren estas poesías están muy bien acompañados con las ilustraciones de Aitana Carrasco que por un lado nos recuerdan grabados antiguos y por otro nos acompaña estos textos sin sentido con dibujos surrealistas donde cualquier cosa es posible.
En la página de Factoría k de Libros, la editorial que publica el libro, puedes encontrar la ficha de Tras, tras, cucutrás. Además tienes más información en el blog soñando cuentos.
Saludos
¡Muchas gracias y feliz verano!
ResponderEliminarNos encanta que te asomes a nuestro blog. Tus ilustraciones son realmente geniales. ¡Feliz verano también para t!
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